miércoles, 4 de diciembre de 2013

¡CANTUÑA SÍ EXISTIÓ! MÁS ALLÁ DE LA LEYENDA

***SNN




¡Cantuña, más allá de la leyenda!


Los hermanos Karolys presentaron un libro en el que revelan una nueva investigación sobre el indio que pactó con el demonio.


En el antiguo Quito colonial vivía un indio llamado Cantuña. El hombre se dedicaba a la cerrajería, carpintería y en especial a la albañilería. 


Según la leyenda, él fue contratado por los frailes franciscanos para ser el encargado de la construcción del atrio del convento de San Francisco, ubicado en el centro de la capital.


El indígena comenzó la obra, pero lamentablemente el tiempo que tenía era muy corto. 


Mientras transcurrían las horas, el final de la edificación se veía más lejano. Cantuña empezó a desesperarse.


Un día antes de entregar el templo concluido se apareció ante él el señor de los infiernos, conocido como Lucifer.


El miedo y descontrol de Cantuña lo motivaron a hacer un trato con el demonio. El fin de este  era tener listo el atrio para la fecha programada.


Sin embargo, en el pacto, el indígena debía dar algo a cambio. El diablo le pidió su alma. El indio aceptó, pero con una condición. Que sean colocadas absolutamente todas la piedras antes de la medianoche.


Para Satanás, esa petición era absurda y fácil de cumplir, por lo que ordenó a los diablillos que lo construyan. En pocas horas, estos servidores de Lucifer formaron una monumental obra arquitectónica.


Cuando finalizaron, el diablo le dijo a Cantuña que “es el momento de llevarme tu alma”, a lo que él respondió: “El trato ha sido incumplido. Me ofreciste colocar hasta la última piedra de la construcción y no fue así. Falta una”.


El audaz albañil sacó, debajo de su poncho, una roca que había escondido muy sigilosamente a los demonios antes que empezaran la obra. 


Lucifer, atónito, vio en un instante como un simple mortal lo había engañado de la manera más insólita. De esa forma nunca llegó a concretarse el pacto.


El hombre detrás del personaje

Paola y Gabriel Karolys, escritores e ilustradores ecuatorianos, traen a colación la historia del indígena en su nueva obra Cantuña.


Para ambos, la idea de revivir esta leyenda que contó el padre Juan de Velasco nació con el objetivo de mostrar la verdad histórica del hombre detrás del personaje, por el cual se hizo famosa esa narración.


Paola señaló que tras una larga investigación de cinco años se logró conocer que Francisco Cantuña y Pilay era el hijo de un terrateniente del general del ejército inca,  Rumiñahui. 


“Cuando arrasaron con Quito, el tesoro de Atahualpa fue escondido en lugares cercanos a templos, palacios y fortalezas incas en la zona del Tahuantinsuyo”, dijo la escritora.


La historia del libro inicia a partir de allí. Según la autora, el indio se hizo millonario de la noche a la mañana, ya que él sabía que el tesoro estaba enterrado en la quebrada de Sanguña, en el centro de la ciudad.


En el texto se detalla que con ese oro el herrero ayudó con la construcción de la capilla de San Francisco, en el siglo XVII.
En la época de la colonia no era normal que un indígena viva en uno de los barrios más acomodados de la capital y que tenga tanto dinero. 


Los habitantes se preguntaban como lo hizo, y a través de esas interrogantes empezó la leyenda.


Actualmente, en la puerta del museo de San Francisco se puede observar una de las obras realizadas por Cantuña y Pilay. En ella consta su nombre.



Fuente: EXTRA



2 comentarios:

  1. Hola, soy Paola Karolys, co-autora, junto con mi hermano Gabriel, del libro CANTUÑA, DE LA LEYENDA A LA VERDAD HISTÓRICA, que aquí se presenta. Antes que nada, les felicito por su trabajo para este blog, por su interés en asuntos de cultura y conocimiento, en general. Tan solo quisiera precisar unos datos, pues en la entrevista de la que se sacó esta información, hay un par de errores y confusiones por parte del periodista que hizo la redacción. 1. Una de las versiones, que todavía se puede considerar "leyenda", es la del padre Juan de Velasco, según la cual Cantuña era hijo de HUALLPA, un LUGARTENIENTE o TENIENTE de Rumiñahui (no un TERRATENIENTE), que se desfiguró cuando supuestamente Rumiñahui quemó la ciudad de Quito, alertado de que pronto Benalcázar llegaría a tomarla. Lo segundo, en referencia al VERDADERO PERSONAJE que dio pie a la leyenda, es que se llamaba FABRICIO FRANCISCO CANTUÑA Y PILLAPAÑA (no PILLAY), y era hijo de Domingo Cantuña y Ana Pillapaña...nació alrededor de 1629, casi cien años después de la lucha y resistencia de Rumiñahui, por lo que, históricamente, no pudo ser hijo de uno de los Tenientes de dicho general inca (eso, insisto, es parte de una de las leyendas, que también incluimos en el libro, especificando que no es la verdadera historia). En la vida real, Cantuña fue un popular herrero-cerrajero de la Colonia, y en efecto, llegó a tener muchísimo dinero y bienes. En una época de sojuzgamiento y discriminación, como la época colonial, llegó a poseer varias propiedades en uno de los barrios más aristocráticos de la ciudad, lo cual difícilmente hubiera sido posible con lo obtenido por su trabajo, por más cotizado que fuera...entonces ¿Cómo lo logró realmente? Esto se desentraña en el libro, a partir de una ardua investigación plasmada entre vigorosas ilustraciones.
    Muchas gracias y felicitaciones por su amor por el conocimiento!

    Paola Karolys

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  2. Hola, soy Paola Karolys, co-autora, junto con mi hermano Gabriel, del libro CANTUÑA, DE LA LEYENDA A LA VERDAD HISTÓRICA, que aquí se presenta. Antes que nada, les felicito por su trabajo para este blog, por su interés en asuntos de cultura y conocimiento, en general. Tan solo quisiera precisar unos datos, pues en la entrevista de la que se sacó esta información, hay un par de errores y confusiones por parte del periodista que hizo la redacción. 1. Una de las versiones, que todavía se puede considerar "leyenda", es la del padre Juan de Velasco, según la cual Cantuña era hijo de HUALLPA, un LUGARTENIENTE o TENIENTE de Rumiñahui (no un TERRATENIENTE), que se desfiguró cuando supuestamente Rumiñahui quemó la ciudad de Quito, alertado de que pronto Benalcázar llegaría a tomarla. Lo segundo, en referencia al VERDADERO PERSONAJE que dio pie a la leyenda, es que se llamaba FABRICIO FRANCISCO CANTUÑA Y PILLAPAÑA (no PILLAY), y era hijo de Domingo Cantuña y Ana Pillapaña...nació alrededor de 1629, casi cien años después de la lucha y resistencia de Rumiñahui, por lo que, históricamente, no pudo ser hijo de uno de los Tenientes de dicho general inca (eso, insisto, es parte de una de las leyendas, que también incluimos en el libro, especificando que no es la verdadera historia). En la vida real, Cantuña fue un popular herrero-cerrajero de la Colonia, y en efecto, llegó a tener muchísimo dinero y bienes. En una época de sojuzgamiento y discriminación, como la época colonial, llegó a poseer varias propiedades en uno de los barrios más aristocráticos de la ciudad, lo cual difícilmente hubiera sido posible con lo obtenido por su trabajo, por más cotizado que fuera...entonces ¿Cómo lo logró realmente? Esto se desentraña en el libro, a partir de una ardua investigación plasmada entre vigorosas ilustraciones.
    Muchas gracias y felicitaciones por su amor por el conocimiento!

    Paola Karolys

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