viernes, 2 de noviembre de 2012

Negocio de pintar lápidas se activa en los panteones

***SNN






Los cementerios del Cabildo y de la Junta de Beneficencia, desde ayer, reciben a gran cantidad de visitantes que se acercaron, la mayoría, para dar mantenimiento a las tumbas y cruces, ya sea por cuenta propia o pagando a los pintores por este trabajo



Cientos de personas, desde ayer, visitan los dos cementerios más conocidos de la urbe porteña para darle mantenimiento a las bóvedas de sus seres queridos en recordación al Día de los Difuntos, que empieza hoy.



En el Cementerio General de Guayaquil -al norte-, regentado por la Junta de Beneficencia, y el Ángel María Canals -Suburbio-, del Municipio, se observó una extensa actividad de pintores y albañiles acreditados.



Estas personas ofrecen el servicio de mantenimiento para las bóvedas y lápidas. El trabajo puede incluir, además de la pintada, la colocación de argollas para las flores y adornos, cerámica y mármol. Según el trabajo y los elementos requeridos, el costo varía entre 2 dólares y 30 dólares, en la mayoría de los casos.



Si es extranjero, el costo puede ser mayor, refirió Jorge Palma, quien se dedica a este oficio cerca de dos décadas y, además, trabaja en el Cementerio General.



Palma, como varios de sus similares, en varios pasajes del lugar espera que los visitantes soliciten su servicio.“Hay más trabajo en estos días, donde se puede sacar el doble de lo que uno gana en un día normal -es decir 60 dólares-”, comentó Palma, mientras daba una mano de pintura a una tumba en el sector conocido como Los Ciruelos.



Dicho sitio es el más rústico del panteón, donde las cruces y lápidas alternan con árboles de ciruelas y la hojarasca que caen desde las laderas del Cerro del Carmen.


2-11-12-gquil-arreglo-de-tumbas02En este lugar se observan algunas cruces hundidas, tumbas destruidas y lápidas descoloridas que fueron colocadas, según la fecha que aún se leen, entre 1970 y 1990.



Richard Eloy, un pintor que solo va al lugar los primeros días de noviembre, refirió que algunas personas “olvidan a los muertitos a su suerte”. “En cada invierno alguna se destruye o desaparece... por este lado a la mayoría de la gente no le importa mantener limpias las tumbas”, afirmó Eloy.



Mientras que en el cementerio Ángel María Canals, ubicado en la intersección de la calle Assad Bucaram y Naranjito, las actividades comerciales son más visibles porque vocean sus servicios. En el camposanto municipal del Suburbio, los albañiles y pintores se pasean difundiendo sus habilidades.



Al grito de “pintada y letras”, al menos una veintena de personas trata de llamar la atención de los visitantes para dar una mano de pintura y poner los nombres a las tumbas. Antonio Puga trabaja en una chatarrera los días normales, pero en los feriados se dedica al mantenimiento de lápidas.
Puga aspira a obtener, al menos, 100 dólares durante los tres días del feriado. “Los precios son módicos y difícilmente la gente gasta más de diez dólares”, manifestó.



Mientras que, Alberto Pin prefiere el mismo darle mantenimiento al lugar en el que se encuentra su madre. “Creo que es problema de cada quien hacer detalles en la tumba de la familia que ya no está con uno... es lo que menos puedo hacer por todo lo que ella me dio cuando estaba viva”, manifestó Pin.



Tanto el Cementerio General de Guayaquil como el Ángel María Canals, durante el feriado, estarán abiertas sus puertas desde las 07:00 hasta las 18:00.




Fuente: EL TELÈGRAFO*


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