jueves, 14 de abril de 2011

Tensión en Cancillería por denuncia sobre supuestos espías de EE.UU.

***SNN

politica@elcomercio.com | wikileaks | Los cables de Wikileaks sobre el Gobierno de Ecuador crean una nueva fricción en la Cancillería. Esta vez es por la supuesta filtración de información desde el Ministerio de Relaciones Exteriores a la Embajada de Estados Unidos.


Esta hipótesis apareció, porque según el canciller Ricardo Patiño existen “informantes”, que pasan “información cierta o falsa” a EE.UU., para tratar de afectar al país y al Gobierno.


Según Patiño, se evidenció esta “traición” en el informe que hizo el primer consejero de la Embajada de EE.UU. en Quito, Andrew Chritton, sobre el dinero de Venezuela y de las FARC que el Canciller supuestamente recibió para financiar la campaña del presidente Rafael Correa.


Para el Canciller, estas versiones son una patraña creada por “espías incompetentes, eso es lo que son. No le atinan a nada, lo único que hacen es mentir”.


En este cable, Chritton señaló que la información fue transmitida por fuentes de la Embajada.


Por ello, ayer nuevamente pidió al Departamento de Estado de EE.UU. que entregue los cables de Wikileaks, para conocer quiénes son los informantes. “Si una persona aparece una vez, como ‘Dalo’ (Abdalá) Bucaram en este cable, no significa que sea un informante. Pero si aparece varias veces ya significa otra cosa”, manifestó en una rueda de prensa a la que asistieron varias autoridades y empleados del Ministerio.


Una de sus sospechas es que al interior de la Cancillería están algunos de estos “soplones”. El martes en la noche, en un conversatorio con estudiantes en Guayaquil, Patiño dijo que en el servicio exterior ecuatoriano “hay gente que definitivamente lo único que está acostumbrada es a pasear, andar o moverse y recibir unos viáticos. Participar de algunos cocteles y preocuparse de su carrera”.


Por ello, algunos funcionarios diplomáticos temen que se inicie una especie de “cacería de brujas” para tratar de vincularlos con la Embajada estadounidense y así separarlos del servicio exterior.


Aunque Patiño afirmó ayer que esto no sucederá sí lanzó una advertencia a todos los funcionarios. “Espero que no haya (diplomáticos que informen a la Embajada). Vamos a pedirle un apoyo a ‘Locademia de Policía’ para encontrar a esos espías torpes. No hay ninguna investigación interna, pero si sale alguna información y vemos que alguna persona ha ido demasiadas veces a la Embajada, significaría que tiene su corazón partido, y eso no se vale. Si alguno por casualidad ha ido demasiadas veces a la Embajada, de una vez renuncie al servicio exterior, porque no habrá perdón”.


Cuatro diplomáticos de carrera consultados y que pidieron la reserva de su nombre temen que el Gobierno trate de utilizar este argumento de “infiltrados” para sancionar a los funcionarios que en alguna ocasión hayan mantenido conversaciones o cooperado con la Embajada en temas que no tienen que ver con la transmisión de información interna.


Puede pensar cualquier cosa de los servidores, dijo uno de ellos, argumentando que siempre han trabajado para defender al país. No sabe lo que va a pasar.


El presidente de la Asociación de Funcionarios del Servicio Exterior (Afese), Rodrigo Yepes, aseguró que si se inicia esta serie de persecuciones, “la organización defenderá a sus miembros, porque esa es su misión”.


Sin embargo, el canciller Patiño aclaró que no será así, porque “no creemos que es ilegítimo que un ciudadano hable con un representante de un Gobierno amigo, aunque en este caso no ha sido tan amigo. Conversar no es malo, el problema es tener vendido el corazón, haber entregado el alma a otros, porque en este Gobierno sí tenemos dignidad”. AFP

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