Participaron periodistas de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Honduras y Argentina.
La discusión central fue la creación de un periodismo estratégico que rompa el cerco mediático que los grandes medios de comunicación imponen en Latinoamérica.
Los países participantes debatieron sobre las acciones para subvertir la tendencia mediática que defiende los intereses creados por las grandes corporaciones de medios y su influencia en procesos coyunturales en los distintos países.
Se planteó, entonces, un nuevo concepto de la libertad de expresión basado en una teoría de la comunicación que incluya reglas de juego distintas a las impuestas desde ciertas potencias.
También se expusieron casos concretos, donde los medios de comunicación públicos lograron debilitar los cercos mediáticos tradicionales en crisis políticas o golpes de Estado, como los ocurridos en Honduras, Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Así, el periodista ecuatoriano Rodolfo Muñoz, director y realizador del trabajo “Muchedumbre 30s”, manifestó la importancia de analizar el papel que los organismos como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) intentan tener en América, señalándose a sí mismos como portavoces activos del quehacer comunicativo. Todo esto en defensa de los intereses de los dueños de los medios, que toman a la actividad comunicativa como una mercancía capitalista más.
“Desde esa lógica se han cometido numerosas perversidades de carácter ético, social o político”, dijo Muñoz y añadió que estos factores configuran una crisis sistemática de los medios de comunicación en el mundo.
Ahora el pueblo latinoamericano “no permite que se le meta gato por liebre”, dijo el autor del documental y agregó que durante el 30 de septiembre de 2010, cuando se intentó un golpe de Estado en Ecuador, existió una enorme participación de ciudadanos que defendieron el sistema democrático durante la crisis en la que se quiso derrocar al Presidente de la República, Rafael Correa.
Muñoz, ex corresponsal de CNN, dijo además que muchos medios privados están dominados a través de centralidades geopolíticas que reproducen sus mismos patrones de conducta a nivel local.
“Algunos medios se volvieron más papistas que el Papa, en tanto reproducen más y mejor los esquemas y estereotipos que vienen del norte”, acotó y señaló que también hay casos de servilismo absoluto.
Muñoz señaló que los pueblos latinoamericanos se han mantenido ausentes en la discusión de sus propios temas y con su propia voz.
Para él en los últimos años con la llegada de nuevos gobiernos “se ha generado la confianza y la certeza de que sí es posible que caminemos con nuestros propios pies”.
“No podemos reproducir los mismos patrones y los mismos vicios”, aclaró y resaltó que en este sentido, los medios públicos deben ser –sobre todo- medios ciudadanos.
En este contexto, el argentino Ariel Magirena, ganador del premio del Congreso de Periodistas Mesoamericanos por su ponencia “Discurso Hegemónico, Objetividad y Ética”, planteó la posibilidad de crear un nuevo motor de búsqueda en la web que contenga los parámetros propios de América Latina, deslindándose de los grandes buscadores que hoy copan el universo del internet.
“Históricamente las tecnologías han estado al servicio de los poderosos (…) tratemos de incluirlas en nuestros Estados, para que juntos se atrevan a la enorme inversión de un servidor del Sur con nuestro propio motor de búsqueda”, expuso.
Para este expositor, “los modos de manipulación son muy sutiles”, y en ese contexto destacó las acciones positivas que los gobiernos progresistas han alcanzado en países de América Latina.
Dijo además que la información es un bien y un derecho que debemos explotar más allá de los medios que mantienen hegemonía.
“Ellos forman estrellas de comunicación, no forman comunicadores”, aseveró.
De su lado, Daniel Hernández, politólogo venezolano, manifestó que la revolución es un proceso de construcción de ideas, de modo que significa una nueva conciencia social, con nuevas prácticas lingüísticas y sociales y una nueva escala de valores.
“Hay que sentar las bases para una nueva teoría de la comunicación, una teoría revolucionaria, porque hemos estado atrapados en la teoría funcional positivista, consustancial al dominio imperial”, expresó.(Prensa Presidencial)
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