jueves, 7 de abril de 2011

Expulsión de Hodges, un revés de doble vía y una lección para EE.UU, según analistas

***SNN

Por: Agencia EFE | Céline Aemisegger

Foto: Cortesía
Washington.- La expulsión por parte de Ecuador de la embajadora estadounidense no sólo supone un "claro revés" para las relaciones bilaterales, sino que también refleja los problemas que tiene EE.UU. para tratar con gobiernos latinoamericanos de izquierda con una trayectoria poco "amigable" hacia Washington, según los analistas.


El Gobierno de Rafael Correa ha declarado persona non grata a la jefa de la legación estadounidense en Quito, Heather Hodges, en respuesta a un supuesto cable firmado por ella y divulgado por WikiLeaks sobre la corrupción en la policía ecuatoriana.


"Esta decisión es claramente un revés para las relaciones entre Estados Unidos y Ecuador. Declarar a una embajadora persona non grata y expulsarla es un asunto serio. Este tema podría haber sido manejado diferente, sin recurrir a una decisión tan drástica", dijo a Efe el presidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter.


Quito, en boca del propio presidente, de su canciller, Ricardo Patiño, y su embajador en Washington, Luis Gallegos, ha intentado minimizar el impacto que tendrá esa decisión en los lazos bilaterales, y coinciden en asegurar que la misma "de ninguna manera tiene la intención de afectar las relaciones con Estados Unidos", que "siguen siendo fuertes".


Pero EE.UU. no sólo lamenta la decisión que ha tomado Ecuador -y que considera "injustificada"-, sino también el "impacto que tendrá" en unas relaciones que, consideró el martes, "están en buen estado".


El Departamento de Estado examina ahora las opciones que tiene, una de las cuales es pagar a Quito con la misma moneda.


Hodges es la segunda víctima que se cobra WikiLeaks en Latinoamérica después de que se publicaran los primeros cables diplomáticos del Gobierno de Barack Obama en noviembre.


Su expulsión sigue a la renuncia del embajador estadounidense en México, Carlos Pascual, que no quiso "ser una distracción" para una de las relaciones más importantes de Washington tras haber sido criticado por el presidente Felipe Calderón por las filtraciones.


Pero es más. La salida de Hodges convierte a Ecuador en el tercer país latinoamericano y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en el que EE.UU. no tiene embajador.


En 2008 Bolivia expulsó al embajador estadounidense en La Paz Philip Goldberg y Venezuela hizo un día después lo mismo con el jefe de la legación estadounidense en Caracas Patrick Duddy.


Washington reaccionó con igual dureza y expulsó a los embajadores boliviano Gustavo Guzmán y venezolano Bernardo Álvarez.


EE.UU. restableció en 2009 las relaciones diplomáticas plenas con Venezuela, pero con Bolivia no consiguió hacer lo mismo.


Tras negarse Caracas el año pasado a aceptar a Larry Palmer como nuevo embajador estadounidense, Washington opera en ambos países a nivel de encargado de negocios.


Para Shifter todo eso "refleja también los problemas y las limitaciones de la estrategia que tiene la Administración Obama para relacionarse con gobiernos como el de Ecuador, que no han sido demasiado amigables con Washington", y eso "alentará a los escépticos" en casa.


Pero Shifter cree que la decisión de Correa "no significa que se acercará más a Chávez y a Morales".


"Significa simplemente que quiere enviar el mensaje decidido de que no tolerará el contenido del cable. Hacerlo así tendrá seguramente algunos costes para la relación bilateral", señala.


Este experto considera que EE.UU. ha hecho lo que ha podido para anticiparse y controlar el dañó que ha causado la filtración de los cables, pero la reacción al escándalo de WikiLeaks en Latinoamérica se ha debido principalmente a "situaciones políticas internas y los temperamentos" de los diferentes líderes.


Por su parte, el co-director del Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR), Mark Weisbrot, opina que el Gobierno de Obama "no parece saber cómo entablar relaciones diplomáticas normales con gobiernos democráticos de izquierda en la región".


Asegura que ha observado en cables publicados por WikiLeaks una "tendencia" que revela, según el analista, supuestas financiaciones y presuntos intentos de "socavar a gobiernos en Bolivia, Brasil, Honduras y Venezuela, entre otros". EFE

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